Para ampliar un poco la informacion ,y que tenga un poco mas de claridad ,està es una definicion mas amplia de que es una agenda tematica .
La agenda temática.
El primero de esos conceptos es el de "agenda setting function", que puede traducirse libremente como "función de la agenda temática", una teoría que sostiene que "como consecuencia de la acción de los medios el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos" . Cada medio tiene su agenda temática, su lista de asuntos en los que fija su atención y sobre los que informa con prioridad sobre otros. Esos asuntos se incorporan a la agenda cuando el medio quiere, de alguna manera, influir sobre ellos, pues convirtiendolos en temas de interés colectivo puede informar y opinar sobre ellos. El público tiende, además, a incluir o a excluir de sus propios conocimientos los que los medios incluyen o excluyen de su propio contenido y a valorar los acontecimientos tal como lo hacen los medios.
Ya a principios de siglo, Lippmann marcó una distinción importante entre el entorno (el mundo que existe realmente ahí fuera) y el pseudo-entorno (nuestras percepciones privadas de aquel mundo), argumentando que son los medios informativos los que esbozan muchas de esas percepciones en nuestras cabezas.
En realidad, cuando un medio está estableciendo su agenda temática está "inventando la realidad" , en el sentido de que presenta al público sólo aquellas noticias que interesan al editor, el director y los periodistas de ese medio y no necesariamente a sus lectores u oyentes, sobre los que se influye indicandoles no qué tienen que pensar sino sobre qué. Claro que los medios son, a su vez, inducidos a establecer su agenda temática por el peso específico de los protagonistas principales de los asuntos públicos (personas, instituciones, organismos o empresas), que hacen llegar cada día a las Redacciones tal cantidad de material informativo que a menudo representa más de la mitad del que llega por cualquier vía, incluida la iniciativa de los propios medios informativos. Aunque trabajen con la misma "materia prima", los medios ofrecen productos informativos diferentes porque tienen agendas temáticas diferentes. Pueden compartir temas, pero difícilmente compartirán los criterios con los que se jerarquizan, ya que esos criterios son precisamente el elemento diferenciador entre unos y otros.
Los conceptos mismos de selección y jerarquización llevan implícitos los riesgos del subjetivismo, de la parcialidad e incluso del sectarismo. En una sociedad en la que prevalezcan los valores democráticos, estos riesgos no desaparecen, pero tienen como elemento corrector no sólo la existencia de otros medios con otros criterios sino sobre todo un público "entrenado" para contrastar diferentes versiones de la realidad. Sin embargo, incluso en el más amplio escenario de libertad de elección, el individuo, al fin, sólo puede elegir entre temas que previamente han sido seleccionados por los medios.
Ya a principios de siglo, Lippmann marcó una distinción importante entre el entorno (el mundo que existe realmente ahí fuera) y el pseudo-entorno (nuestras percepciones privadas de aquel mundo), argumentando que son los medios informativos los que esbozan muchas de esas percepciones en nuestras cabezas.
En realidad, cuando un medio está estableciendo su agenda temática está "inventando la realidad" , en el sentido de que presenta al público sólo aquellas noticias que interesan al editor, el director y los periodistas de ese medio y no necesariamente a sus lectores u oyentes, sobre los que se influye indicandoles no qué tienen que pensar sino sobre qué. Claro que los medios son, a su vez, inducidos a establecer su agenda temática por el peso específico de los protagonistas principales de los asuntos públicos (personas, instituciones, organismos o empresas), que hacen llegar cada día a las Redacciones tal cantidad de material informativo que a menudo representa más de la mitad del que llega por cualquier vía, incluida la iniciativa de los propios medios informativos. Aunque trabajen con la misma "materia prima", los medios ofrecen productos informativos diferentes porque tienen agendas temáticas diferentes. Pueden compartir temas, pero difícilmente compartirán los criterios con los que se jerarquizan, ya que esos criterios son precisamente el elemento diferenciador entre unos y otros.
Los conceptos mismos de selección y jerarquización llevan implícitos los riesgos del subjetivismo, de la parcialidad e incluso del sectarismo. En una sociedad en la que prevalezcan los valores democráticos, estos riesgos no desaparecen, pero tienen como elemento corrector no sólo la existencia de otros medios con otros criterios sino sobre todo un público "entrenado" para contrastar diferentes versiones de la realidad. Sin embargo, incluso en el más amplio escenario de libertad de elección, el individuo, al fin, sólo puede elegir entre temas que previamente han sido seleccionados por los medios.